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¿Te encanta viajar, descubrir nuevos lugares, gentes y costumbres, pero te preocupa el impacto medioambiental de tus desplazamientos y estancias por tierras lejanas? Hoy vamos a contarte cómo reducir y compensar la contaminación que se produce durante el viaje.

Controla tu huella de carbono cuando viajes

En este caso, definiremos la huella de carbono como la cantidad de gases de efecto invernadero que genera la actividad de una persona. Podemos pensar en ella de forma global o analizarla para una actividad concreta como un viaje. Lo que nos interesa es ver la cantidad de dióxido de carbono que generamos con el desplazamiento y la estancia.

¿Cómo reducir el impacto medioambiental de los viajes?

Es bien sabido que el avión es uno de los medios de transporte más contaminantes que hay. Si vamos a hacer un viaje largo y no disponemos de mucho tiempo, quizás no queramos renunciar a él, pero algunos trucos pueden reducir su impacto ambiental:

  • Evita las escalas y los vuelos breves, pues es en el despegue y en el aterrizaje cuando más combustible gasta el avión.
  • Lleva menos equipaje, con ello contribuyes a un menor consumo de carburante.
  • No imprimas los billetes para evitar el desperdicio de papel. Si vais diversas personas, compartir vuestros billetes en los dispositivos móviles.
  • Viaja en clase turista, así usas menos espacio y tu impacto es menor.

Estas son algunas de las ideas posibles. Algunas compañías aéreas nos ofrecen también la opción, al comprar el billete, de hacer una donación a un proyecto de reforestación, para compensar la huella de carbono del viaje.

Una vez en destino, es mejor evitar los vuelos cortos y comprobar si hay alternativas como el transporte público, el tren, incluso los de alta velocidad, son una excelente alternativa menos contaminante.

Para reducir el impacto de los desplazamientos, vale la pena considerar siempre la posibilidad del transporte colectivo o compartir el coche, mucho mejor si es eléctrico. Pero, evidentemente, los desplazamientos menos contaminantes serán los que hagamos por nuestros propios medios, a pie, en bicicleta o remando son opciones que además tienen beneficios para nuestra salud y bienestar.

Reduce tu impacto, también en destino

Antes de escoger alojamiento, revisa las políticas medioambientales del establecimiento. Si eliges un hotel, reduce el consumo de agua, reutiliza las toallas y evita los cosméticos de un solo uso que suele haber en el baño.

A la hora de comer, apuesta por productos locales y de temporada. Los productos de importación tienen una gran huella de carbono a sus espaldas, así que opta siempre por la cocina local con productos de kilómetro 0. ¿Qué sentido tiene beber un agua con gas europea estando en Asia?

Intenta reducir los residuos y nunca dejes nada abandonado en el medio natural. A veces pensamos que dejar unas pieles de fruta en la montaña o en la playa, al ser biodegradables, carece de importancia, pero no valoramos que, si todas las personas que pasan por el lugar hacen lo mismo, el lugar acaba convertido en un vertedero, además de que pueden tener un impacto negativo en el ecosistema local.

Evita también el plástico de un solo uso en la medida de lo posible. Una botella de agua rellenable será siempre mucho mejor que usar infinidad de botellas de plástico durante el viaje.

Finalmente, una buena opción para reducir nuestro impacto es descubrir y disfrutar de lo que tenemos más cerca, por eso aquí te dejamos 14 planes para disfrutar de la ciudad este verano.

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